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Foto: AP
La celebración consiste en una cena abundante que las familias generalmente cocinan y comparten para dar gracias como lo hicieron los primeros colonos
NUEVA YORK, Estados Unidos, nov. 24, 2010.- El día de Thanksgiving o de Acción de Gracias que se celebra el cuarto jueves de noviembre es la fecha más sagrada en el calendario estadounidense. Toda actividad se suspende, los comercios y oficinas cierran y el país entra en una calma descomunal. Es la fecha del año en la que se desplaza más la gente, ya sea en avión, tren o autobús, para reunirse con sus seres queridos y celebrar en familia la ocasión.
La celebración consiste en una cena extremadamente abundante que las familias generalmente cocinan y comparten para dar gracias como lo hicieron los primeros colonos con lo que obtuvieron de sus primeras cosechas un año después de haber desembarcado en las costas de Plymouth, Massachussets en el siglo XVII.
El menú del banquete es también alusivo al original. El pavo asado es el plato principal y tradicionalmente va acompañado con un relleno de pan de maíz y salvia, a veces se le añaden castañas y nueces. El pavo se sirve con una salsa de arándanos rojos y una gama generosa de verduras y vegetales de raíz como ejotes, coles de Bruselas, camote y puré de papa. Los postres suelen ser diversos y elaborados con los ingredientes de la estación como la tarta de calabaza, de pera y manzana y el pastel de nuez.
Mientras millones de estadounidenses comparten y consumen el mega banquete con sus familias en distintas ciudades.
Este día también es celebrado con un desfile. El más concurrido y visto por la televisión es el de los almacenes Macy's de Nueva York. Un verdadero espectáculo a base de globos gigantescos en forma de personajes populares que surcan los cielos conforme avanza su recorrido por la avenida Broadway. Al final del desfile y para la emoción climática de miles de niños agrupados tras las vallas sobre las aceras, aparece Santa Claus, sentado en su trineo y saludando a todos. Su aparición marca el inicio oficial de la temporada de compras navideñas. Pero ese jueves todo está cerrado. La gente se dedica a digerir la comida, recargar la pila y aguardar algunas horas para salir temprano a los comercios a aprovechar las súper ofertas.
El viernes las tiendas abren a las 3, 4 o 5 de la mañana y no es raro ver a la gente a veces acampando en fila cerca de la puerta para ser los primeros en entrar. Es el día que más compra la gente y para los comerciantes es fabuloso, por eso se le llama Black Friday o Viernes Negro, alusivo a los números negros de las ganancias.
Debido a la crisis económica que aún persiste, los comerciantes este año empezaron a rebajar la mercancía días antes y se espera que los saldos sean mucho más jugosos que los del viernes. Sin embargo, el consumo no ha repuntado del todo. La taza de desempleo se mantiene por arriba del 9% y se anticipa que la gente gaste en regalos más que el año pasado, pero lo hará con cautela. Un 25% limitará el número de obsequios y un 4% se abstendrá de comprar del todo.
La celebración consiste en una cena extremadamente abundante que las familias generalmente cocinan y comparten para dar gracias como lo hicieron los primeros colonos con lo que obtuvieron de sus primeras cosechas un año después de haber desembarcado en las costas de Plymouth, Massachussets en el siglo XVII.
El menú del banquete es también alusivo al original. El pavo asado es el plato principal y tradicionalmente va acompañado con un relleno de pan de maíz y salvia, a veces se le añaden castañas y nueces. El pavo se sirve con una salsa de arándanos rojos y una gama generosa de verduras y vegetales de raíz como ejotes, coles de Bruselas, camote y puré de papa. Los postres suelen ser diversos y elaborados con los ingredientes de la estación como la tarta de calabaza, de pera y manzana y el pastel de nuez.
Mientras millones de estadounidenses comparten y consumen el mega banquete con sus familias en distintas ciudades.
Este día también es celebrado con un desfile. El más concurrido y visto por la televisión es el de los almacenes Macy's de Nueva York. Un verdadero espectáculo a base de globos gigantescos en forma de personajes populares que surcan los cielos conforme avanza su recorrido por la avenida Broadway. Al final del desfile y para la emoción climática de miles de niños agrupados tras las vallas sobre las aceras, aparece Santa Claus, sentado en su trineo y saludando a todos. Su aparición marca el inicio oficial de la temporada de compras navideñas. Pero ese jueves todo está cerrado. La gente se dedica a digerir la comida, recargar la pila y aguardar algunas horas para salir temprano a los comercios a aprovechar las súper ofertas.
El viernes las tiendas abren a las 3, 4 o 5 de la mañana y no es raro ver a la gente a veces acampando en fila cerca de la puerta para ser los primeros en entrar. Es el día que más compra la gente y para los comerciantes es fabuloso, por eso se le llama Black Friday o Viernes Negro, alusivo a los números negros de las ganancias.
Debido a la crisis económica que aún persiste, los comerciantes este año empezaron a rebajar la mercancía días antes y se espera que los saldos sean mucho más jugosos que los del viernes. Sin embargo, el consumo no ha repuntado del todo. La taza de desempleo se mantiene por arriba del 9% y se anticipa que la gente gaste en regalos más que el año pasado, pero lo hará con cautela. Un 25% limitará el número de obsequios y un 4% se abstendrá de comprar del todo.
Fuente: Noticieros Televisa
Por Marisa Céspedes
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