La diplomacia ecuatoriana se enfrenta a uno de los mayores desafíos, pues uno de los hombres más influyentes del mundo ha solicitado protección a este pequeño país sudamericano.
Ecuador sí acepta el pedido de asilo
Julian Assange empaca sus pertenencias y en compañía de la embajadora ecuatoriana, Ana Albán, sale de la representación diplomática en Londres. Escoltado por Scotland Yard se dirige al aeropuerto de Heatrow. Allí despega rumbo a Quito en un avión enviado por el Gobierno Nacional.
Ya en la capital se reúne con el presidente Rafael Correa, quien recibe el respaldo de una serie de personalidades a nivel mundial...
Ese sería el mejor escenario para el país y para el propio Assange. Pero para que eso ocurra, primero el Gobierno debe otorgar al australiano el asilo político. Y además Gran Bretaña deberá conceder un salvoconducto que permita a Assange trasladarse desde la Embajada hasta la terminal aérea.
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