Por: Diego Alarcón Rozo, Enviado Especial Lima (Ohio) y Chicago
Los candidatos y sus campañas no perdieron tiempo tratando de convencer a los indecisos.
Barack Obama y Mitt Romney. / AFP
Pocas cosas pueden decirse a pocas horas de la elección, pero Barack
Obama y Mitt Romney continuaron hasta último momento sus viajes por los
estados indecisos, esos que según las encuestas terminarán decidiendo el
nombre del vencedor. Así, sin descanso, esperando que cada palabra
tuviera el poder de inclinar a los votantes hacia su lado, los
candidatos hicieron maratónicos recorridos, pero sólo coincidieron en un
estado: Ohio, que hoy sigue siendo el gran enigma electoral.Las sedes locales de campaña, al igual que ellos, no se detienen y sólo bajarán la guardia después de las elecciones. Jack Wagnal, de 63 años, ha hecho cientos de llamadas, dice “cientos” porque no puede recordar la cuenta. Es voluntario de Mitt Romney y su tarea es llamar a los posibles votantes y preguntarles si ya votaron o a qué hora piensan votar y cómo ellos pueden ayudarles para que ese voto finalmente llegue al candidato. De aquí, la sede central de la campaña republicana en Lima, Ohio, diariamente salen unas 3.000 llamadas que apuntan a garantizar la victoria en una lucha que se decidirá voto a voto.
Fuente: ElEspectador.com
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