El niño, de año y medio aproximadamente, estaba atrapado entre los escombros de las viviendas pertenecientes al Destacamento 44 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ubicado en esta refinería.
Manaure, vestido con su uniforme azul que identifica a los bomberos, habló de este episodio: "El niño no se veía, pero sentimos que lloraba y comenzamos la búsqueda. Todo estaba tapiado. Revisamos toda la casa y nada. El niño seguía llorando hasta que finalmente logramos encontrarlo en lo que quedó de un cuarto, en la parte de atrás de una vivienda".
El bombero, con 12 años de servicio y padre de dos hijos, relató que pudo ver al pequeño a través de la rendija de una pared y que de inmediato procedió a sacarlo de entre los escombros. "Las llamas ardían. No medí el peligro, sólo pensaba en sacar al niño", indicó.
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