Fuentes de la legación diplomática explicaron que nunca se ha
pensado, pese a la especulación de los medios, en ayudar a huir al
australiano.
El domingo pasado, el fundador de WikiLeaks,
Julian Assange, hizo una aparición pública desde el balcón de la
embajada donde se encuentra refugiado. La legación diplomática permanece
custodiada por la Policía británica. Foto: Archivo / EFE
La embajada, situada en el primer piso de un edificio del lujoso barrio de Knightsbridge de la capital británica, a pocos metros de los grandes almacenes Harrods, ha visto alterada su rutina por los más de 20 policías británicos que la vigilan, los manifestantes, los curiosos y el propio Assange que ocupa una de sus ocho habitaciones.
Incluso se ha tenido que contratar el servicio de una empresa de seguridad para proteger al fundador de WikiLeaks y a sus propios trabajadores.
"Hemos recibido muchas muestras de apoyo, pero también amenazas", explicaron personas que conviven a diario en la legación con Assange, quien puede recibir visitas, aunque su número está limitado.
Fuente: El Telégrafo
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