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La UE evaluará si aplica sanciones contra el régimen de Gadafi, condenado por la violencia con que ha reprimido las protestas que, según el Gobierno italiano, dejan hasta el momento cerca de mil muertos. La situación ha obligado a que algunos países repatrien a sus ciudadanos.
Francia se ha mostrado "escandalizada por la masacre" en Libia, deploró el número de víctimas de la represión de las manifestaciones contra el régimen de Muamar el Gadafi y condenó "la violencia inadmisible" ejercida contra la población desde el inicio de las protestas hace más de una semana.
"Francia se une plenamente a la movilización de la comunidad internacional para condenar esa violencia y hace un llamamiento en favor del restablecimiento inmediato de las libertades", señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores.
La UE ha llevado a cabo estas acciones en el caso del depuesto presidente de Túnez, Zine el Abidine Ben Alí, y las estudia para altos cargos del antiguo régimen egipcio.
La Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, ha convocado para la tarde del miércoles una reunión del Comité Político y de Seguridad de la Unión Europea (COPS) -en el que participan embajadores de los Veintisiete- que analizará los próximos pasos que darán en esta crisis.
"Esto incluye posibles medidas restrictivas", ha adelantado la portavoz de Ashton Maja Kocijancic en una rueda de prensa, después de que Alemania amenazara con sanciones a Gadafi y de que Francia solicitara medidas de este tipo a la Unión.
La jefa de la diplomacia comunitaria ya anunció durante su visita a Egipto la suspensión de las negociaciones en curso para un acuerdo marco entre los Veintisiete y Libia, el único país del Mediterráneo con el que por ahora la UE no tiene ninguna relación de tipo contractual.
También el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas se reunirá el próximo viernes en una sesión extraordinaria y urgente para debatir sobre la situación en Libia.
La convocatoria a esta reunión especial se logró casi exclusivamente con el apoyo de países occidentales y latinoamericanos, según fuentes de ese órgano.
En total, 19 países, de un total de 47 con que cuenta el CDH, suscribieron la petición lanzada por Hungría -en representación de la Unión Europea- para convocar a la sesión del viernes.
Los Estados firmantes fueron Estados Unidos, Noruega, Senegal, Japón, Polonia, Hungría, Bélgica, España, Francia, Jordania, Argentina, Chile, Reino Unido, Qatar, Suiza, México, Islas Maldivas, Brasil y Eslovaquia.
Ni Egipto, ni Pakistán aprobaron la petición, mientras que China y Rusia se abstuvieron.
Esta será la primera vez que un país miembro del CDH (Libia se incorporó a este órgano en el 2010 por un periodo de cuatro años) es examinado en una sesión especial, que se convoca únicamente ante graves violaciones de los derechos humanos o una emergencia humanitaria en un determinado país.
En sus cinco años de existencia, este procedimiento se ha aplicado en las situaciones en los territorios palestinos ocupados, el Líbano, Darfur (Sudán), la República Democrática del Congo, Birmania, Sri Lanka, Haití y, más recientemente, Costa de Marfil.
Por su parte el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que durante "toda la noche" su Gobierno ha estado en contacto con "los líderes europeos y americanos" para hacer el seguimiento de la situación en Libia y en otros países del norte de África.
"Lo que es importante es que no haya violencia, pero tenemos también que estar atentos a lo que sucederá después, cuando cambiarán estos regímenes con los que negociamos y que son para nosotros importantes para el suministro de energía", comentó.
El jefe del Gobierno italiano mantuvo el martes por la tarde una conversación telefónica con el líder libio Muamar al Gadafi.
Según el ministro de Exteriores de Italia, Franco Frattini, Berlusconi "le pidió la suspensión inmediata de la violencia, pero la respuesta ha sido la repetición del análisis que ya había sido pronunciado en televisión".
Repatriación
La revuelta en Libia ha motivado que países como Francia o Rusia comiencen a repatriar a sus ciudadanos, mientras que la Unión Europea en bloque, EEUU y China han anunciado que harán lo propio en las próximas horas.
Dos aviones con ciudadanos franceses aterrizaron en la noche del martes en París y Francia va a continuar con el envío de aviones a Libia.
El líder libio "da miedo" pero "hay todavía franceses" allí -unos 300 comparados con los 750 residentes habituales antes de las evacuaciones que se llevan a cabo desde comienzos de semana-, indicó el ministro francés.
Los dos aviones que procedentes de Trípoli llegaron a París habían sido fletados especialmente para este cometido. En el primero viajaron 167 personas -entre ellos 70 niños- y en el segundo unas 200. También había ciudadanos de otros países.
Esos aviones -indicó el titular de Asuntos Europeos- van a volver "para traer a todo el mundo a casa".
También, un avión de transporte ruso Il-76 procedente de Trípoli con 118 de sus ciudadanos -entre ellos seis niños- aterrizó este miércoles en el aeropuerto moscovita de Domodédovo y está prevista la llegada esta jornada de otros tres vuelos procedentes de la capital libia.
Rusia tiene previsto evacuar del país norteafricano, por vía aérea y marítima, a 1263 personas, de las cuales 563 son ciudadanos rusos, mientras que los demás son turcos y serbios que trabajan en país árabe para la estatal rusa Ferrocarriles de Rusia.
La víspera, la gasística rusa Gazprom EP International anunció que los empleados que se encontraban en Libia y los familiares de estos, un total de 18 personas, habían sido evacuados al emirato de Dubái.
Dos aviones búlgaros aterrizaron en la madrugada del miércoles en Sofía procedentes de Libia con 120 evacuados, entre ellos seis rumanos.
Según datos del Ministerio Exteriores en Sofía, en Libia viven alrededor de 1500 ciudadanos búlgaros y el Gobierno prepara el envío de más aviones para evacuarlos.
EEUU ha contratado un ferry para evacuar a ciudadanos estadounidenses y trasladarlos desde el puerto de Trípoli a La Valeta, en Malta, informó el Departamento de Estado en un comunicado.
El Gobierno de EEUU calcula que hay "varios miles" de ciudadanos estadounidenses en Libia, la mayoría con doble nacionalidad, y los demás suman unos 600.
El Departamento de Estado ordenó desde el lunes, además, la evacuación de todo su personal diplomático no esencial y de sus familias. Según el portavoz, Philip Crowley, se trata de unos 35 empleados y de sus familias, pero no han conseguido abandonar Libia aún.
Desde Asia, un avión fletado por Air China salió este miércoles desde Pekín para repatriar a trabajadores chinos y taiwaneses de Libia después de que el presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, ordenaran no escatimar esfuerzos en esta misión.
El avión hará escala en Atenas a la espera de poder aterrizar en Trípoli, informó la agencia Xinhua, que destacó que también está previsto el envío de barcos chinos que se encuentren en la zona para contribuir a la repatriación.
Según el diario Nuevo Pekín, 83 obreros de la compañía constructora Tecnología de Construcción de China que trabajaban en Tobruk, cerca de la frontera con Egipto, esperan los buses enviados por la embajada china en El Cairo para trasladarlos a Alejandría a la espera de ser repatriados.
Más de 1000 obreros chinos de la constructora china Ningbo Huafeng Construction Group, que lleva a cabo varias obras en Libia, esperan ser repatriados tras ser obligados a dejar los dormitorios que ocupaban en la mayor obra de viviendas de la empresa en Ajdabiya.
Por su parte, España contempla la opción de enviar un avión militar. En los dos últimos días abandonaron Libia unos 40 o 50 españoles, aunque hay aproximadamente otros 90 que están localizados y que ya han manifestado su voluntad de regresar.
El Ministerio alemán de Asuntos Exteriores trata de evacuar a los últimos 250 alemanes que permanecen en el país africano, según el ministro Guido Westerwelle, después de que el martes la compañía aérea Lufthansa repatriara a 350 ciudadanos de esa nacionalidad.
Según los datos de Exteriores, se estima que 150 ciudadanos alemanes están en la capital, Trípoli, mientras que el centenar restante estaría en el interior del país.
Al margen de las iniciativas que están desarrollando estos países, la Unión Europea (UE) se prepara para evacuar en bloque durante los próximos días a los alrededor de 10.000 ciudadanos comunitarios que se encuentran en Libia.
Según informó un portavoz de la Comisión Europea (CE), la UE está estudiando la posibilidad de evacuar de forma coordinada a sus ciudadanos del país por vía marítima.
¿Éxodo?
La violencia y el caos de los últimos días han generado el temor a que se produzca un éxodo masivo desde Libia, especialmente en Italia, donde Frattini advirtió que podrían llegar hasta 400.000 inmigrantes que salgan de ese país en los próximos días si cae el régimen de Gadafi.
La preocupación ha llevado a reunirse este miércoles en Roma, con carácter extraordinario y a petición de Italia, a los ministros de Interior de la zona mediterránea, para analizar la situación.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hay un flujo regular de personas procedentes de Libia hacia la frontera con Túnez, aunque la mayoría parecen ser inmigrantes tunecinos que regresan a su país.
La portavoz de ACNUR, Sybella Wilkes, informó que también hay libios y personas de otras nacionalidades, y destacó que tanto las fronteras de Libia con Túnez y Egipto permanecen abiertas.
Wilkes declinó hacer una estimación del número de libios que quieren dejar el país por la violencia: "no tenemos cifras", dijo.
ACNUR ha enviado a dos equipos de especialistas a la frontera libio-tunecina, y un tercero a la frontera con Egipto, que se encargarán de evaluar la situación de los refugiados.
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