miércoles, 22 de junio de 2011

Las garras del ‘narcopoder’ destrozan a Latinoamérica sin solución a la vista

| María Torrens
Niños contratados como sicarios, policías que imponen la ley de los narcotraficantes, drogadictos sin ayuda… Ésta es la cruda realidad que se impone en México  y también otros países de Latinoamérica como Colombia o Guatemala.
Tiene sólo quince años, pero ya trabaja para los narcos. Antonio se planta todos los días en la acera de una calle de Jiutepec. Se mantiene ojo avizor en esta ciudad a unos 100 kilómetros al sur de Ciudad de México. La labor de este niño como ‘halcón’ de los narcotraficantes es vigilar e informar a sus superiores sobre la presencia de las fuerzas de seguridad en la zona.Gana 2.000 pesos a la semana, unos 117 euros.

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En realidad, ahora Antonio ya no tiene ese “trabajo”. La Policía  le detuvo en enero. Un mes antes de atraparle, las fuerzas de seguridad habían detenido a otro adolescente, en ese caso de14 años. acusado de matary transportar roga para los narcos.

La Red por los Derechos de la Infancia en México lanzaba la voz de alarma a principios de este año preocupada por la nueva moda de la “narco explotación” de los niños y adolescentes. Lamentablemente, éste es sólo un aspecto más de las garras del “narcopoder” en este país y otros estados latinoamericanos.
El Ejército tampoco sirve
El economista y jurista asesor de la ONU en la lucha contra el crimen organizado, Edgardo Buscaglia, asegura que en México existe “una especie de guerra civil entre Policías de diferentes municipios”, con cada uno de los cuerpos controlados por un grupo criminal distinto.
Y apunta a varios aspectos de la delincuencia vinculada a las drogas: el tráfico de migrantes, la piratería, el secuestro, la extorsión… hasta 22 tipos de delitos. Para Buscaglia, uno de los invitados porCasa de América  para una mesa redonda de expertos sobre el poder de lnarcotráfico  en Latinoamérica, el problema en México no se debe sólo a la corrupción sino a la total descentralización de las autoridades, incapaces de implantar una política común para atajar el problema:
“Hoy hay muchos partidos fragmentados sin control alguno, donde el Estado mexicano no puede implantar políticas únicas. Y la mano derecha no puede actuar sin la mano izquierda”.
No cree en la apuesta del presidente mexicano Felipe Calderón por el despliegue del Ejército en las zonas más afectadas como Ciudad Juárez. . De hecho, los militares no han evitado que los homicidios se sigan produciendo.


Fuente: lainformación.com

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